No tengo idea cómo interpretar su mirada.
—Ayúdame con la maleta, déjalas en esa esquina. Y arregla tu cama.
Me quité la levantadora y me metí debajo del cubrelecho. Él cómo perrito regañado obedeció. Apagó la luz después de arreglar su improvisada cama y me tapé la mitad del rostro con la...