Su mirada suplicaba, necesitábamos hablar. En verdad cualquiera dudaría al ver dichas fotos.
—Acepto.
Todo para que veas el lindo y sensual vestido que me compré de seda, era una tentación, le hice caso a la loca de Fernanda, al parecer voy a matar a mi marido.
» ¿Aclarado este tema?
Le entregué...