RAJJ
Estuve en ese calabozo amarrado durante horas, incluso con mi entrenamiento militar estaba agotando mis fuerzas, de tanto mantener los brazos en alto.
Dayene se quedó allí todo el tiempo diciéndome estupideces, si fuera un hombre ya se habría pateado los pies.
Me gusta pegar, levemente, durante el sexo, pero...