En los días siguientes doña Conchita siguió entrenándola en las labores de la oficina, pero adicionalmente Derek y ella iban acoplándose en otros asuntos, porque ella se le estaba haciendo imprescindible, incluso en gestiones personales.
–Señor, sus vitaminas.
–Señor, sus trajes –decía colocando la ropa en un perchero de su...