–¡No sigas!, no sigas por favor –rogó ella.
–¿Te molesté? –preguntó alzando un rostro, pero con su dedo pulgar continuaba acariciando suavemente su botón palpitante.
–Es que siento que necesito ir al baño.
–No es eso, estás confundida porque no conoces esta nueva experiencia, siénteme y disfruta –le dijo al...