La boca de Luke se desliza por mis pechos y ahogo una risa cuando muerde mi costado.
—Necesitas levantarte y empezar tu día, —farfullo sin mucha convicción.
—¿Estás diciendo que me niegas un mañanero, mujer? —replica y desciende hasta hacerse espacio entre mis piernas. —O temes que tu madre se entere de...