Con lentitud me pongo de pie, me paso las manos por las piernas todo bajo su atenta mirada.
—¿De verdad eres casada?
Su pregunta me deja en mi lugar y sin querer más mentiras entre los dos asientos.
Maldice.
—Pero deja que te explique, las cosas no…
—¡¿Qué vas a explicar?! —Me corta, —que me...