—Hola preciosa, pensé que no bajarías.
Dijo ilusionado mientras sonreía.
—Pues como ves aquí estoy, cenemos, hace un poco de frío, me siento algo cansada y me gustaría dormir.
—Contesto de mala gana.
—Te ves hermosa. —No podía dejar de observarla.
—Gracias. —Respondió por educación.
Cenaron en completo silencio, Leandro...