Stella
—Llegamos.
Susurra suavemente en mi oído, mi piel se eriza en cuestión de segundos y al abrir los ojos me encuentro con los suyos; tan hermosos como dos grandes estrellas en el firmamento.
Me observan misteriosamente.
Él me sonríe, porque seguramente estoy contemplándolo como una estúpida, embelesada por el...