Capitulo 12¡Ánimo Valeria!
Seguía recuperándome de esa propuesta casi que indecente del jefe, que sabía yo de almuerzos rígidos en restaurantes de lujo, de que podía conversar con gente de dinero y de una dama de sociedad con dinero.
Esto es una catástrofe, yo no soy una mujer espontanea, me gusta...