—Tu madre tiene un nombre muy bonito—murmuro con una sonrisa volteando a ver a Constantine.
Él tenía la mirada perdida en las rosas. Una mirada triste y nostálgica. ¿Será que...? ¡Oh por Dios! Siempre meto la pata.
—Un nombre bonito para una mujer bonita—dice después de segundos. Luego voltea a verme y...