—Hola —La voz del otro lado se oye apenas. Mary no logra salir de su asombro que Ragnar le haya contestado—. Hace mucho que no sé nada de ti, Ragnar. ¿Cómo estás?
—Ocupado —contesta él, tosco, ronco y fastidiado. Bebe un poco más de whisky mientras abre la bañera para llenarla...