Una videollamada desesperada por parte de Lizzie pone en alerta a Mauricio. Se levanta bruscamente de la cama y empieza a recorrer su habitación con el teléfono en la mano, aturdido, soñoliento y algo asustado.
—No sé dónde está Katrina, papá —ella llora desesperada mientras intenta explicar a su padre...