Hacienda “El patrón”
Emiliano no dijo nada a las palabras de su madre. Tenía razón que él tenía que hacerse cargo de su metida de cuchara. Tomó una bocanada de aire y lo soltó por la nariz cerrando los ojos para tranquilizarse.
—Así que me voy al pueblo. Ahí te ves…—se dio...