Me dirigí hacia allá, seguro que era uno de los equipos que saldría a hacer alguna expedición. Blue Oceans era una compañía tipo National Geographic, pero especializada en el océano, era como un gran canal de tv pero abarcaba muchas cosas, todas relacionadas al mar y pues además del diseño y los tatuajes lo mío era el océano y todas las fantásticas criaturas que habitaban en él.
Por eso las ansias de trabajar allí, se puede decir que mi sueño frustrado era ser bióloga marina. Al terminar de bajar los escalones el muelle se dividía en varios sub muelles que llevaban a diferentes plataformas. De donde provenían las voces era el que estaba más cerca, así que me dirigí hacia allá, al llegar note que había un equipo de aproximadamente ocho personas casi todos hombres cargando equipos al bote, los mire distraída y alucinada, seria genial poder salir de expedición con ellos, luego uno de los hombre salió del barco gritando bastante molesto,
—¡Con un demonio! ¿Alguien habrá visto a Andrew? cuando necesito que ese idiota llegue temprano le da por aparecer súper tarde, siempre hace lo mismo, es como si lo presintiera —ante las exclamaciones todo el equipo comienza a reír y una mujer bajita y rechoncha le respondió.
—AR, ya está aquí, lo vi llegar hace un rato, debe estar hablando con Jake, recuerda que él es el que ha estado haciéndose cargo de todo y pues tiene que ponerlo al día ¿no? —el hombre que pensé que sería el jefe de toda la cuestión se rasco la nuca en señal de frustración y suspiro.
— Que alguien le avise que tenemos que irnos en 30 minutos —sin más comentarios se giró y en ese momento otro chico le dice.
—Hey Philip, allí viene AR y creo que no viene de muy buen humor —me gire hacia donde señalaba el chico y cuando lo vi, otra vez paso lo de hacia un rato.
Todo se detuvo, la luz del sol lo iluminaba y realzaba todos y cada uno de sus perfectos y grandes músculos, esta vez el sí continuo moviéndose, hacia el bote se dirigía otra vez el chico que había visto cerca de la cafetería, solo que esta vez, llevaba un pantalón azul marino con el logo de Blue Oceans y venía con su torso completamente desnudo, es decir no tenía puesto nada.
Debo decir que su torso ¡Dios!, sus abdominales estaban bien marcados, definidísimos, su pecho estaba como partido a la mitad pero de una manera muy sutil, delicada, sus hombros anchos y musculosos dejaban ver que este tal ¿Andrew, fue que dijeron que se llamaba?, pasaba horas definiendo ese esbelto y atlético torso.
Continué mi inspección visual y caí y en esa maravillosa "V" que tienen los hombres bien formados cuando entrenan, del lado izquierdo de esa parte de su cuerpo sobresalía un hermoso tatuaje que abarcaba gran parte del costado y se perdía en su espalda. Sus brazos eran definidos, fibrosos y musculosos, en su antebrazo derecho tenía otro tatuaje, no podría decir que estaba escrito pero se le veía de muerte lenta.
Cuando estuvo más cerca vi que llevaba una franela en su mano y un bolso en la otra, esta vez no podía ver sus ojos, ya que estaban cubiertos por unas gafas de sol, súper pijas que lo hacían ver aún más sexy y llamativo, cuando estuvo lo suficientemente cerca, grito.
—¡Hey Philip en marcha que es tarde!— cuando hablo, algo más que mi mandíbula callo.
Seguro que mis bragas estaban en el suelo en ese momento, tenía una voz profunda, sexy y cargada con un poco de ira, al llegar al bote, quedo parado justo de espaldas frente a mí.
¡Dios mío, ayúdame que me muero y no habrá quien pueda venir a salvarme!
Su espalda estaba tan bien definida como su abdomen pero el tatuaje, Dios el tatuaje hacia resaltarla de una manera tan pero tan llamativa que seguro salía baba de mi boca en ese momento, el tatuaje era alusivo a cosas marinas de eso no me cabía la menor duda, mas no lograba definir qué cosas eran.
Tenía muchísima agua eso era seguro, luego de estar junto al bote lanzo el bolso a un costado se quitó las gafas y se puso la franela que llevaba en la mano, se volvió a colocar las gafas y le dijo al joven que había advertido de su presencia.
—Ajusta las coordenadas y has el chequeo por radio, Santi, Fernando, arreglen las carnadas, Mari, por favor sígueme, necesito que me prepares un café de esos de los que me relajan.
Su voz había sido autoritaria, disciplinada, estricta, pero de alguna forma ninguno de los que estaba abordo sintió al igual que yo, que ese hombre Andrew estaba por encima o era mejor que cualquiera de los que estaba allí simplemente, estaba haciendo su trabajo y por supuesto yo el mío, desde arriba.
No sé qué sucedió luego exactamente porque estaba tan embelesada admirándolo que no me di cuenta cuando uno de los muchachos creo que Santi le dijo.
—AR creo que tenemos público hoy, aunque creo que no somos nosotros o el Zafiro, creo que eres tu —se giró y miro hacia ambos lados del bote, luego miro hacia arriba donde estaba yo.
Nuestras miradas se encontraron nuevamente y mi corazón se saltó un par de latidos, se quitó las gafas una vez más y me miro con esos ojos verdes intensos, justo con la misma mirada que me había dedicado en nuestro encuentro anterior. Me intimido la forma en que estaba revisando mi rostro como si me conociera de algún lugar y sin previo aviso me hablo.
—Hola, ¿buscas a alguien? —en cuanto sus labios comenzaron a moverse mi cerebro desconecto y solo siguieron el sexy movimiento que hacían.
No entendí lo que dijo, estaba demasiado embelesada admirando su boca moverse, unas risas me despertaron de mi fascinación y lo único que alcance a responderle fue un escueto y simple.
—Eehhh no —mientras todos reían a su alrededor el me miro con un poco de curiosidad, volvió a ponerse las gafas se encogió de hombros.
—A trabajar chicos —se perdió dentro del bote, todos en la cubierta seguían riendo y yo como la misma idiota aun con la boca abierta mirando por donde había entrado.