—¿Qué es esto que estas sintiendo Asier? —luego lo escucho decirme aun riéndose
—Te quedan 2 minutos nena —le grito desde donde estoy estresada
—¡Que te den Andrew! —más risas llegan del otro lado de la puerta.
Su advertencia me hace girarme con rapidez hacia el armario y mirar que rayos puedo ponerme...