Aquella mañana el cielo estaba completamente despejado, mostrando hermosas nubes que parecían motas de algodón fresco. Las aves cantaban tan hermoso como acostumbraban, y su cantor lograba opacar los llantos que se escuchaban al fondo del cementerio.
Una mujer lloraba desconsolada mientras su hija acariciaba su espalda en un intento por...