—¡Ollie, hago caca!—
Miré a Jazmín, que estaba medio desnuda y corriendo por la casa con una sonrisa orgullosa en la cara, y no pude evitar reírme. Corrió hacia mí y la levanté., —¿Dónde está tu ropa, bicho? ¨
Soltó una risa incontrolable, y justo cuando empezó a hacerlo sonó el timbre...