Elizabeth y Gabriel corrieron a toda prisa a donde estaba el pequeño Huguito, se imaginaron que había sucedido lo peor y que podía estar herido.
Mientras el agente estaba encima de Alberto poniendo sus manos en la espalda para poder colocarle las esposas.
— Huguito mi amor ¿Estás bien? Respóndeme cariño, es...