En una de las reuniones familiares durante el Año Nuevo, Luz me llevó a su habitación.
En el pasado, ni siquiera me consideraban digna de entrar en este cuarto.
Sin rodeos, me preguntó:
—Pecadora, ¿me odias?
—Habla, ¿ahora por qué te haces la tonta?
Su pregunta me tomó por sorpresa, no entendía...