Por Leonardo
Ricardo entró a mi oficina.
-Me atendió el teléfono.
Dijo y yo ya sabía que se trataba de Gabriela.
-¡Qué bueno! ¿De qué hablaron?
Pregunté, queriendo saber algo más sobre mi secretaria.
-Nada, le conté que su hermana trabajaba con nosotros, ya lo sabía…
-¿Te dijo algo porque usa una peluca ridícula, anteojos de Harry...