POV ALLARIK
—Entonces, ¿qué esperas? —la desafio y ella sonríe con malicia.
Coloca sus dedos en el elástico de mi pantalón y mis boxers, y tira hacia abajo, mi erección es liberada y ella la mira como si fuese lo más divino que hubiese visto en su vida.
—Primero hay que humedecerla...