Le pregunté:
—He estado afuera por tanto tiempo y solo me has buscado cuando te ha hecho falta. Nadie más se ha preocupado por mí.
—¿Por qué debería regresar?
—Tatiana Vivar, te lo digo, nunca podrás librarte de mí en esta vida.
Aquellos días llovió mucho en Barcelona. Corría a casa cargada de documentos,...