Damon, 18 años de edad.
Elle, 16 años de edad, a un mes de cumplir sus 17 años.
Punto de vista de Elle
El pitido constante de mi reloj me despierta de mi sueño, avisándome que ya son las 4:00 a. m. y es hora de ir a entrenar con el beta y el gamma de la manada; es extraño pensar en cuánto han invertido Charles y Olivia en una omega de otra manada, pero realmente nunca me molesté en cuestionarlo, no puedo recordar nada de mi vida anterior, y ellos me han tratado como si fuera uno de los suyos.
No puedo quejarme de nada, se han asegurado de que tenga todo lo que he necesitado o deseado, el beta y el gamma me entrenan personalmente cada día, ningún otro omega tiene la suerte de recibir un entrenamiento personalizado. Tengo una hermosa habitación en la que gastaron miles de dólares en renovaciones, aunque les dije que no hacía falta, estaba más que feliz con la habitación tal y como estaba cuando me mudé.
Pero ellos insistieron en que debía ser perfecta y exactamente como yo la deseara; tengo un baño enorme con una ducha con cabezal de lluvia, una gran bañera y también un pequeño sauna. Junto al baño hay un guardarropa de tamaño decente; sin embargo, no tenía mucha gracia, ya que la mayor parte de mi guardarropa consistía en pantalones deportivos, camisetas, y zapatos de deporte.
No es que no quisiera esa ropa linda y elegante que las otras chicas de mi escuela usaban, o que la luna dijera que no, porque ella y el alfa nunca me habían negado nada antes, pero sabía que había una persona que haría una pataleta.
Damon Ledger, mi mayor enemigo, y un fanático del control paranoico, en especial cuando se trata de mí; hemos tenido problemas desde el día en que sus padres me trajeron a casa. Ese tipo de comportamiento controlador hacia mí comenzó de a poco; primero, no me permitía acercarme a él ni a sus amigos, pero en cuestión de semanas, se volvió peor, más allá de lo que una niña de 12 años podía comprender.
Después, no me permitió entrenar, lo cual tampoco importaba; nunca podría entrenar con el resto de la manada, según sus órdenes, así que empecé a entrenar con el beta, el gamma, la luna, y a veces con el alfa, en el gimnasio privado e insonorizado que construyeron para mí. Antes de que me diera cuenta, no me permitía entrar a la piscina, escogía mi ropa y no me dejaba mirarlo a los ojos.
Estoy segura de que él es el motivo por el que toda la preparatoria Timberlake me trata como si fuera una leprosa; estoy en su lista negra, me odiaba desde antes de que le dijera una palabra, y no tengo idea de la razón. Sin embargo, nadie quiere enfrentarse a él o a su lobo Slade, Damon no se parece en nada a sus padres, está enojado y es peligroso; es un guerrero habilidoso y el futuro alfa.
Tan pronto como tome su posición, sé que estaré fuera de combate, pero por fortuna, me he estado preparando para ese día, tengo unas excelentes calificaciones, sé programar y ahorro cada centavo que gano; he creado un buen colchón de ahorros para escapar de este lugar tan pronto como pueda transformarme y cumpla 18 años. Me encanta el alfa y la luna, pero nunca sobreviviría con Damon.
Estaba distraída poniéndome la primera ropa que encontré en mi guardarropa, trataba de dejar de pensar en Damon, quería disfrutar de mi último día del verano. Él había estado entrenando con el alfa durante todas las vacaciones, nunca había sentido tanta paz interior; con él y sus compinches lejos, comencé a sentir la confianza que había perdido hace mucho tiempo.
Gracias a que Damon está lejos, estoy empezando a salir de mi caparazón y a actuar como antes, me había olvidado mucho de mí misma al tratar de hacer que él se adaptara a mi presencia aquí más fácilmente, pero al diablo con esa m*erda, ya estoy decidida a no permitirle que siga controlándome.
Recojo mi cabello en una cola de caballo, salgo del baño y me dirijo al gimnasio privado con mi nueva determinación para desahogar mis frustraciones con los pobres y desprevenidos beta y gamma.
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Después de un desayuno rápido en la barra de la cocina, coloco mi plato sucio en el lavavajillas y luego tomo la novela de Eloisa James que traje, antes de salir de la habitación; camino a través de la puerta batiente hacia el comedor que conduce al salón principal, y cuando paso por el estudio, escucho unos murmullos demasiado bajos para distinguirlos, pero los olores que se filtran desde la habitación me dicen quiénes están adentro.
No quiero que el alfa y la luna piensen que estoy escuchando a escondidas, así que corro por el pasillo, salgo por la puerta principal inhalando el aire fresco que me rodea y me siento agradecida por ello; corro con mis botas por el camino de la entrada mientras mi mente lleva a mis pies en la misma dirección que lo ha hecho todos los días durante los últimos tres meses.
Salgo del camino a la hierba cubierta del rocío de la mañana, y mis botas se hunden ligeramente en la tierra blanda; sin pensar, dejo que mi cuerpo me lleve al lugar que poco a poco se ha convertido en mi favorito durante el verano; sin Damon cerca, me he sentido lo suficientemente segura como para aventurarme a regresar después de haber estado alejada durante años. A medida que avanzo por el bosque, las ramas y las hojas crujen bajo mis pies mientras me alejo de la casa de la manada.
Cuanto más camino por el tranquilo bosque, disfrutando de los sutiles cantos de los pájaros posados en lo alto de los árboles y de las ardillas que corren entre las ramas persiguiéndose, mi mente vaga por primera vez desde que llegué aquí.
*******ESCENA RETROSPECTIVA*********
Dos semanas después de la llegada de Elle.
Luego de esperar dos largas semanas en las que solo pude deambular por la casa de la manada sin nada más que hacer, Olivia y Charles determinaron que había tenido tiempo suficiente para adaptarme, y finalmente era momento de conocer el resto de la manada y a chicos de mi edad antes de comenzar la escuela. Gracias a la diosa, porque estaba a punto de volverme loca mirando las mismas cuatro paredes todos los días.
Al menos había sido lo suficientemente inteligente como para evitar a Damon la mayoría del tiempo, excepto en la cena, a eso se reducía mi vida hasta que Olivia me mostró el resto del pueblo. La mujer me lleva a donde Damon y sus amigos, y mientras me presenta a los niños que están alrededor de su hijo, el próximo alfa, él me mira con ojos asesinos.
Tan pronto como pude alejarme de él, lo hice, pero no después de cinco insoportables minutos de comentarios incómodos; era terrible tratar de no mirar a Damon, sabiendo el infierno que yacía dentro de él, y no fue hasta que nos alejamos que finalmente pude respirar. Después de que Olivia me mostró cada rincón y grieta del pueblo, me dio permiso para explorar por mi cuenta.
"Diviértete, cariño, recuerda que tienes dinero en la tarjeta si quieres ir de compras", dice: "Nuestros números están guardados en el celular que te dimos. Cuando te unas a la manada, podrás usar el enlace mental con todos los demás", y luego envuelve sus brazos alrededor de mi cuerpo; soy alta para mi edad, y solo unos centímetros más baja que ella, por lo que mi cabello se engancha de una forma incómoda de sus aretes al separarnos.
"Regresaré para la cena", le digo mientras me alejo y camino de regreso a la casa de la manada, había visto un pequeño sendero en el bosque al final del camino de la entrada, que me moría por explorar; sin perder el tiempo, me apresuro por el sendero, las hojas perennes se aferran al aire, invadiendo mi nariz y haciendo que se desvanezca todo lo demás lentamente, incluido mi olor.
Estaba decidida a seguir el sendero hasta el final, así que continúo caminando hasta que se hace más ancho y revela un gran campo del color verde más vibrante que jamás he visto, un color que solo se podía encontrar en tierra sana; diminutas flores amarillas lo cubren y se reflejan brillantes contra el sol de la tarde mientras una suave brisa las mece.
Cuando mi pie se extiende para dar un paso más, escucho el chasquido de una ramita detrás de mí y unas voces lejanas que vienen por el sendero. No quiero que me encuentren, así que busco un árbol con una rama baja, me subo a ella y mi piel roza la corteza áspera mientras continúo trepando; una vez que llego a la copa, observo a las personas que pasan debajo, y a medida que se acercan, reconozco una voz al instante.
"Vamos", un chico rubio y pálido, que Olivia me presentó como Matt, se queja: "Cuéntanos más sobre esa chica Elle".
"Mi mamá dice que es una huérfana omega de otra manada", dice Andrew, si no recuerdo mal: "No me importa quién sea ella", responde Matt: "Es muy linda"; Damon no dice nada mientras pasan debajo del árbol, pero se detiene para levantar la nariz al aire, olfatea y mira a su alrededor en busca de la fuente de ese aroma. Mis pulmones comienzan a arder mientras el oxígeno que tengo retenido pide ser liberado, y él continúa hacia adelante cuando no encuentra lo que busca.
"Vamos, Damon", dice Matt: "Cuéntame sobre ella para que pueda conquistarla antes de que los otros chicos de la manada lo intenten. ¿Has visto lo linda que es?, imagina lo sexy que será cuando crezca", continúa él, sin prestar atención a la mirada mortal en el rostro de su amigo. Matt está a punto de decir algo más cuando un estruendo sacude los árboles, incluido en el que estoy, haciendo que pierda un poco el equilibrio y obligándome a aferrarme con fuerza al tronco.
En un parpadeo, Damon agarra a su amigo por el cuello, lo levanta lentamente del suelo, y la cara de Matt se pone azul por la falta de oxígeno. "NUNCA te acerques a Elle", le dice con los ojos negros: "Y no le hables, no es tuya y no puedes conquistarla. Si veo que alguno de ustedes está hablando con ella sin mi permiso, desearán haber muerto hoy, ¿entendido?" Ese chico no necesitaba gritar para que sus palabras fueran aterradoras; su aura era más que suficiente.
"¿ENTENDIDO?", grita Damon, acercándose a la cara de Matt para escuchar el pequeño graznido de sus labios: "Sí", y luego lo deja caer al suelo; los mismos ojos negros que estaban enfocados en Matt hace un momento, ahora están fijos en su otro amigo, Andrew, esperando a que asienta e indique que entiende las nuevas reglas.
Después de que él asiente ligeramente, Damon lo empuja y se dirige de regreso al sendero, Andrew se apresura a ayudar a Matt a levantarse antes de seguir a su alfa; yo permanezco inmóvil, congelada en el árbol, mis brazos todavía están aferrados al tronco mientras trato de descifrar esas palabras.