Narrador
_¡Aléjate!, te presentaré a mi lobo, le dijo.
Hannah se quedó parada inmóvil, mientras su corazón comenzó a dar fuertes saltos.
_¿Estás lista?.
_Yo no... lo sé, dijo ella observando con dificultad, en ese preciso instante recordó aquellos libro que había encontrado en el despacho del señor Ronald.
“Entonces es cierto", se dijo.
Los huesos...