—¡Hija mía! —Katrina abre sus brazos para Selene, ella no duda en abrigarse allí, oyendo los latidos de su madre—. ¿Por qué estás tan sonrojada? ¿Estabas corriendo?
El comentario de su madre, hace que Selene se vuelva aún más roja que antes. Su mente viaja al momento en que Connor estaba...