—¡No! —Inés toma la mano de Carla y ella voltea a mirarla con sus ojos inyectados de maldad—. Debemos idear algo, no puedo perder a Connor, necesitamos al heredero.
Carla logra estabilizar su temperamento, pero su sangre pulula en sus venas, amenazando con quemar su carne. Esa joven intrusa ya...