—¡Traigan a la prisionera! —La voz del alfa sobresalta a la doctora Mirna, quien se remueve inquieta en su asiento.
Unos minutos después, los gritos de Inés se oyen por todo el lugar. Su apariencia es deplorable. Está sucia, demacrada y con heridas semi curadas por todo el cuerpo.
—¡Connor,...