—¡¡Seleneee, por favor!! —Rouse llega bufando hasta su cuarto, como siempre—. ¡Hace media hora que debías estar en el salón! ¿Alguna vez vas a prepararte a tiempo?
Selene se encoge los hombros y trata de alcanzar infructuosamente su ramo de novia que está puesto en el sillón.
—¿Puedes dejar de hostigar...