—¡Hola, amiga! —Respondió Isis con una voz cálida.
—Ah, hola. No soy la señora Freya, soy Lucía de la servidumbre. Vine a la habitación de la señora Freya para ver si necesitaba algo, pero estoy asustada. No puede moverse y me pidió que la llamara —explicó Lucía con un tono de...