Martín sacó el pastel del refrigerador.
Con un dedo, recogió un poco de crema y se la llevó a la boca.
Su mirada estaba perdida.
El viento hizo sonar el carillón en la puerta, y un destello de sorpresa iluminó los ojos de Martín.
“María, ¿has vuelto?
Martín se giró, y Estefanía mostró un instante...