Punto de vista de Evangeline.
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Entró, se sentó frente a mí y luego hizo algo impensable.
“Lo siento”, dijo con una voz difícilmente audible.
"Perdón, pero no pude oírte".
“Sé que me escuchaste perfectamente”, dijo con su tono arrogante de antes. “Y no voy a repetirlo”, agregó.
“A mí me da igual”, murmuré y traté de irme, pero tuve que detenerme porque él estaba bloqueando mi camino. "¿Y ahora qué?", pregunté, con irritación.
“No te atrevas a huir al igual que tu hermana”, ordenó.
¿Quién era él para ordenarme?
“Escucha, señor Arrogante, no soy ninguna esclava que tenga que seguir tus órdenes dócilmente”, escupí.
"Sé que no lo eres, pero tendrás que seguir mis órdenes, te guste o no”, gruñó, dando un paso adelante mientras yo retrocedía. Esto continuó hasta que mi espalda chocó con la pared.
Colocó ambas manos a cada lado de mi cuerpo acorralándome contra el muro, para que yo no pudiera moverme. Sentí su aliento mentolado sobre mi rostro y puse una expresión de valentía.
"Vas a ser mi esposa, así que, de ahora en adelante, será mejor que te comportes adecuadamente”, dijo acomodando el mechón que cubría mis ojos detrás de mi oreja.
"Exacto, seré tu esposa, no tu pareja. Fácilmente me expulsarás de tu vida cuando encuentres a tu compañera, tal y como lo hacen todos los hombres lobo”, siseé, empujándolo lejos de mí.
Vi que abrió la boca para decir algo, pero decidió no hacerlo. A continuación, me miró fijamente durante unos segundos, luego salió apresuradamente de mi habitación.
Puse mi mano sobre mi corazón para comprobar que estaba latiendo aceleradamente, y a pesar de que me esforcé por mantener la calma, no pude.
¿Qué me pasaba?
Estaba enojada con él por su comportamiento arrogante, pero no podía seguir así.
Sé que sonará cursi, pero sentí que lo conocía de toda la vida, como si existieran unos lazos entre los dos.
¡Bueno! Basta de tonterías, creo que fui demasiado lejos.
Sobre mi cama estaba el diario de mi madre, lo tomé acariciándolo suavemente, con una pequeña sonrisa en mi rostro. Después de todo, esa libreta contenía los recuerdos de mamá.
Abrí la primera página y leí mi nombre: "Para mi princesa, Evangeline.
Querida Eva, si estás leyendo esto, seguramente estás a punto de casarte con un hombre lobo o has decidido quedarte en la manada. Puedo adivinar, que la respuesta es la primera opción.
Siempre supe que no podrías alejarte de tu destino y odio decirte que tu lugar está aquí, entre los hombres lobo".
Fruncí el ceño al leer esa oración, preguntándome por qué mamá habría escrito eso.
"No te confundas, hija mía. Hay muchas cosas que quiero compartir contigo, pero no puedo, al menos en esta fase, porque eres demasiado pequeña para entenderlas. Sin embargo, cuando leas este diario, ya serás una adulta.
En primer lugar, quiero que perdones a tu padre por las cosas que me hizo, pues siempre supe que no me abandonó intencionalmente. Ambos fuimos forzados a casarnos por el bien de nuestras manadas, pero desde un principio ambos estuvimos de acuerdo en que ninguno de los dos detendría al otro si encontrábamos a nuestro compañero.
Yo habría hecho lo mismo que él, si hubiera vuelto a encontrar a mi pareja".
'¿Volver a encontrarlo? ¿Qué quiso decir con eso?’, me pregunté.
Toqué el papel donde mi mamá escribió eso y me di cuenta de que ella estaba llorando mientras escribía.
"Nunca había compartido esto con nadie, excepto con este diario: encontré a mi pareja".
Jadeé al leerlo, claramente era algo que no esperaba.
"Él fue asesinado en un ataque deshonesto. Mi loba no pudo soportar la pérdida de su compañero, por lo que ella me dejó también", releí todo una vez más, y cuando terminé lo leí por tercera vez.
'¿Mi loba?'.
'¿Eso significa que mamá no era humana?'.
'¡Ay, Dios mío!'.
'¿Por qué no lo compartió con nadie?'. Mi mente se empezó a llenar de preguntas, que seguramente tendrían una respuesta. Con eso en mente, seguí leyendo el diario de mamá.
"Todo eso sucedió antes de mi boda con tu padre. Quería compartir esto con él, pero cuando empecé a sentirme cómoda, él encontró a su pareja y, en ese momento, ya no era solo mi esposo. Entonces, nunca le conté nada al respecto.
Eres una niña muy especial, Eva. Te mantuve alejada de las manadas y de los hombres lobo cuando eras una niña, porque un incidente te hizo odiarlos. Eso me benefició durante ese período, pero ahora quiero aclarar las cosas.
Todos te consideran una humana, incluyéndote a ti, pero estoy segura de que no lo eres".
Abrí los ojos sorprendida al leer eso. Significaba que había vivido toda mi vida creyendo una mentira. Pasé la página para leer más, pero alguien arrancó las hojas que seguían y, a partir de entonces, ya no había nada escrito.
'¡¡Qué d*monios!!', murmuré con frustración.
Tomé el diario con ira y salí de mi habitación, para buscar al señor William.
Es decir, quería preguntarle sobre las páginas que faltaban.
“¿Vas a hablar con él sobre esto?”, escuché la molesta voz de mi madrastra en el momento en que salí de mi habitación
Primero la miré a ella y luego noté que agitaba la mano con las hojas que estaba buscando.
“Eso me pertenece”, dije dando un paso adelante para arrebatarle los papeles; pero ella apartó la mano.
"Lo sé, pero te los daré una vez que hayas contraído matrimonio".
"Ya acepté casarme, dámelos". Traté de razonar para que me entregara las hojas del diario lo antes posible, ya que estaba desesperada por leer qué más había escrito mamá.
“Aceptaste la propuesta de matrimonio, al igual que mi hija, pero podrías huir, como lo hizo ella. Métete en tu habitación, ahí seguirás hasta que salgas para casarte”. Diciendo esto, me empujó adentro del dormitorio y cerró con llave por fuera.
Quería gritar con todas mis fuerzas y darle de patadas a la puerta para abrirla, pero sabía que no serviría de nada. Esta era su manada y aquí se seguirían sus órdenes.
Ahora que ya había decidido casarme con el señor Arrogante, sabía que esas páginas del diario volverían a mis manos después de la boda.
'Un poco de paciencia no me hará daño, ¿verdad?', me dije, sabiendo la respuesta.
'¿Será posible que yo sea una loba? Pero ya tengo 23 años. Todos cambian al cumplir los 18. ¿Podría ser que mi madre se hubiera convertido en una simple humana al perder a su compañero? De tal manera yo también sería humana. Seguí analizando todas las posibilidades hasta que me di cuenta de que ya era de noche. De repente, se abrió la puerta de mi habitación y entraron algunos desconocidos que traían mi vestido de novia y un montón de maquillajes.
No podía creer lo que sucedía, pero después de una hora, estaba lista para mi boda. Eso era muy extraño, iba más allá de lo que alguna vez hubiera imaginado.
Cuando iba de regreso a casa, después de 17 años, no tenía idea de que sería la novia de último minuto de un Alfa.
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#TBC