—Eh, bueno, gracias, sí, sí puedo. No tengo mucho que hacer aparte de estudiar— Me miró sonriente y acariciando mi hombro
—¿Seguro? Puedo hablar con tus padres si lo necesitas, o con tu novia incluso, para que no se moleste— reí sin darme cuenta
—Mis padres murieron y no tengo novia, profesora,...