—Gracias, tía— le susurré y miré sus celestes ojos, en serio había hecho todo lo posible por cuidarme y se había esforzado por mantener la amistad con mis padres como un pacto de sangre.
—Vamos, león, debemos reunirnos— dijo Stinger revolviendo mi cabello y Bart le seguía con su bastón, regalo...