Samary.
- “¿Dónde vamos?”-pregunté rodeando su cuello con mis brazos, cuando lo vi pasar de largo la puerta que daba el salón de banquetes.
- “A la limusina, debemos descansar antes de esta noche, además ya me harté de compartirte con toda esa gente, cuanto antes salgamos de aquí, antes comenzaremos...