Samary
-“ Dime la verdad Vale, ¿A cuántos cocteles de estos debemos asistir hasta dar con el maldito Demonio? .”- le pregunté
Era la tercera noche que salíamos esta semana y la verdad estaba harta de eludir a los malditos adoradores de la gran Samary De Angeleis, la tercera Top-model más cotizada en el mundo.
Han pasado ya tres años desde que fui asesinada, y me convertí en Samary, la verdad ha sido un camino largo, que ni hubiera empezado, sin mi mano derecha y amiga Valerie. Desde que se recuperó tras la pérdida de su amiga, aquella noche, se dedicó a mí en cuerpo y alma, me enseño todo y más de los que debía saber sobre el modelaje. Quien me diga que las modelos sólo son cuerpos bonitos, no sabes lo que hay detrás, esto verdaderamente es un sacrificio de vida, que para la que adora su profesión es hasta bonito, pero para mí, que simplemente es un medio para conseguir lo que estoy buscando, es el mayor de los castigos, pero como prometí se lo debía mi salvadora, y a ella no pensaba fallarle.
Eso no quiere decir que la gente sepa de lo que es la vida de una modelo. No se tiene idea de los viajes, de la noches fuera de casa, de la horas y horas de ensayos en las pasarelas, el desvestirte en público delante de muchas personas, para cambiarte rápidamente y salir con el siguiente modelo que debes de mostrar, más para una mujer como yo que no me había desnudado delante de nadie en mi vida.
Las maratonianas sesiones de fotos, vamos que prefería hacer integrales y un código indescifrable informático a pasarme toda una tarde en una sesión en con mi esteticien para hacerme la cera. Esa es otra, el dolor, todo lo que tiene que ver con estar atractiva, duele. La cera, la exfoliación, las tensillas, el deporte, los masajes estimulantes, la manicura, los peinados elaborados, los tintes, las dietas… todo, de una forma u otra, tienen su grado de dolor, o de molestia.
Pero lo peor es el sueño, y el cuidado casi religioso que tienes que hacer de tu cuerpo, tu mente, y tus relaciones sociales. Si eres famosa, eres pública y eso a algunas personas es sinónimo de que pueden invadir tu vida.
El camino que tanto Valeria y yo hemos recorrido ha sido largo, y difícil. Lo primero que conseguimos, en una semana y media después de que yo me convirtiera en Samary fue denunciar el contrato esclavista e ilegal que mi ex - agente, el cerdo de Gordon Peterson tenía conmigo, es decir mi salvadora, además de denunciarlo por prácticamente temer secuestrado el dinero que Samary había acumulado todos esos años. En el juicio que fue muy sonado, y salió en toda la prensa, sacamos los videos y los reportes médicos que durante años Vale grabó, para usarlo el día que pudiera su amiga salir de esa trampa en la que se encontraba.
También se descubrió que mi salvadora no fue la única modelo que tenía un contrato ilegal con Peterson, había muchísimas a lo largo de su carrera. Por lo visto era su práctica habitual buscar a jóvenes promesas del modelaje, cuando apenas eran unas niñas, y hacerle firmar contratos esclavistas, muchos de ellos sin autorización de sus padres, y las exprimían por una miseria, mientras él se quedaba con casi todo su dinero. Durante años Gordon ha tenido que enfrentar cientos de demandas, teniendo que finalmente abandonar este mundo del modelaje.
Vale asumió el papel de mi agente, gracias al conocimiento que tenía de este mundo, y mi asesoramiento legal, pudo renegociar casi todos los contratos que yo tenía con diferentes firmas y diseñadores, así como buscarme mejores marcas, y mejores trabajos en aquellos casos que las condiciones no eran la adecuadas. La diferencia que había entre Vale, y el cerdo de mi ex-agente, es que este último lo aceptaba todo, sólo buscaba el rendimiento económico, sin pensar que el exceso de trabajo que yo tendría.
Mi querida amiga pensaba más en la calidad del trabajo, y aquello que nos sirviera para no sólo hacer que mi salvadora se convirtiera en una de las Top Model más cotizadas y famosas, que siempre había sido el sueño de la verdadera Samary, sino que yo me acercara cada vez más a mi objetivo, vengarme de esos malditos que asesinaron a mi padre, y a mi antigua estúpida yo.
Durante estos tres años, habíamos conseguido que el nombre de Samary fuera conocido, habíamos creado la fundación Samary De Angeleis, para que las nuevas modelos tuvieran un buen asesoramiento legal gratuita y no fueran estafadas o abusadas por agentes corruptos como Gordon Peterson. Y finalmente habíamos contratado a una agencia de detectives, especializados en espionaje industrial y tecnológico, para que se hiciera con toda la información posible de la empresa Donnelly Optics Film, y su presidente Akon García y su prometida Nicole Courcel.
Por lo visto esos dos en tres años no habían podido casarse, ya que hasta hacía tan sólo un año, finalmente, el maldito de Akon había podido declararme muerta, ya que mi cuerpo nunca apareció, y la ley lo estipulaba así. Este último año, Akon fue declarado presidente de la compañía y se había dedicado a vender parte de los prototipos, e inventos tecnológicos que yo había creado, ya que, al faltarle yo y mi inteligencia, no tenía quien creara proyectos tecnológicos nuevos, y así no podía crecer la empresa.
Al principio, pensé que no me hubiera importado que la empresa de mi padre se hundiera y arruinar a ese maldito, pero luego me acorde de los trabajadores y muchos de la junta que fueron fieles a mi padre desde el principio, y también me acordé de mi departamento de IMASD, donde tenía verdaderos amigos, ratas frikis de biblioteca como yo.
Fue en ese momento cuando nuestra agencia de detectives nos comunicó que todos mis prototipos vendidos por el inútil de Akon, había terminado de una u otra forma en manos de la misma persona, el presidente de Nikolau L.G. Electronic, Constantine Nikolau, alias el Demonio. Por lo visto el Presidente Nicolau, estaba ansioso por obtener la empresa de mis padres, la multinacional que del Demonio dirigía que estaba muy bien consideraba en el sector, yo la conocía, de hecho, cuando estudiaba en la universidad intentaron en varias ocasiones reclutarme, pero yo debía fidelidad mi padre. Si alguien tenía que proteger a los trabajadores y a la empresa de mi padre que mejor, que fuera Nikolau L.G. Electronic.
Y por eso estábamos en estos malditos y extenuantes cocteles de empresarios de la rama de la tecnología, para acercarme a mi objetivo. Me había convertido en una modelo que se especializada en hacer promoción de equipos electrónicos, no había un anuncio, o un reportaje fotográfico, de avance tecnológico que no tuviera mi cara en algún lugar, incluso, Valeri me había matriculado en cursos de electrónica, y adquisición de conocimientos de informáticos, que lógicamente yo pasé con facilidad. Ya que sabía incluso más que el profesor. Todo para justificar mi repentino interés en estos temas.
En mi casa había creado lo que Vale, denominaba la Batcueva, era un cuarto secreto, donde yo volvía a ser mi antigua yo, creando dispositivos de rastreo y escucha, en plan espía. Creaba todos los dispositivos, programas o aplicaciones que necesitara para acometer mi venganza, y algunos que ni siquiera existían en el mercado, era como la maldita modelo espía. Todas las joyas que llevaba tenían o una cámara o un micrófono, o ambas.
-“ Se que está aquí, los sé, lo he confirmado dos veces con ese maldito programa que instalaste en mi móvil, el Demonio asistirá a este coctel.”- la miré dudando mientras avanzaba por el pasillo que me lleva a los aseos. No dudaba de ella, pero, no sabía cómo era ese maldito Demonio, era muy celos de su intimidad, así como sabríamos localizarlo, lo mínimo habíamos pasado varias veces por al lado de él, sin reconocerlo.
-“ No somos buenas espías ¡eh!.”- le dije bromeando mientras la seguía mirando.
-“ Oye que ni Mata Hari lo puede hacer mejor, con la información que tenemos.”- me dijo mirándome mientras avanzábamos por el pasillo.
-“ Si, pero ella se acostaba con sus víctimas para sacarle información, y tú sabes que ni la antigua Sammy ni yo sabemos de qué va eso, ambas acabamos nuestras vidas tal como la empezamos.”- le dije siguiéndole la broma.
Estábamos tan concentradas en bromear la una con la otra, que no nos dimos cuenta de que, frente a nosotras, en un lateral del pasillo, se había abierto una puerta y varios hombres salieron al pasillo en ese momento muy cerca de donde nosotras estábamos, prácticamente Valeri y yo los arrollamos.