Vamos Mel ¿qué demonios te pasa? Me reprocho mentalmente.
— Tranquila…— su voz eriza hasta el último vello de mi cuerpo y me siento aún más cachonda cuando su respiración golpea mi nuca.
— Hermosa no tientes al diablo…— se burla una vez mas el de ojos grises.
— ¿Me pueden decir...