Doy un sorbo al café y respiro profundo, es un café delicioso, excelente, es una pena que sea el último que preparara, con calma disfruto del caliente liquido mientras la escucho gimotear desde la cocina. Una vez termino dejo la taza de café sobre la mesa de centro y respiro profundo.
Me saco la máscara y muevo mi cuello de un lado al otro, para liberar tensiones, saco mi arma y comienzo a colocarle el silenciador, aunque es un departamento insonorizado no quiero alertar al resto de la hermosa familia. Me acerco hasta el umbral de la cocina donde la Sra. Valentine llora de espaldas a mí sobre la encimera.
Camino hasta ella y coloco una mano sobre su hombro, se sobresalta y se gira para verme en cuanto lo hace sus ojos se abren de la sorpresa y enseguida su ceño se frunce, sonrió de lado y me inclino hacia ella
— me habría encantado compartir un poco más con usted suegra, es un encanto — abre su boca para decir algo sin apartar sus ojos de los míos mirándome con confusión — pero necesito darle un hermoso regalo de bodas a su hija, un claro mensaje de que conmigo no se juega y que cuando quiero algo hago lo que sea para tenerlo — acciono el arma en mis manos.
Su rostro se contrae en una expresión de dolor y desvía sus ojos hacia su pecho, donde de inmediato comienza a brotar sangre, mi sonrisa se ensancha y me acerco un poco más.
— soy el hijo de puta que secuestro a Nisha — digo con voz triunfante sus ojos se abren aún más y antes de que pueda emitir algún ruido otro disparo atraviesa su cuerpo.
Cae con los ojos anegados en lágrimas y expresión aterrada, la vida abandona poco a poco el cuerpo de mi suegra mientras se arrastra por el suelo lejos de mí, la escucho murmurar cosas incomprensibles y rio suavemente.
— por favor no sea patética, intentar huir en su estado es realmente estúpido — murmuro en tono burlón mientras me acerco a ella una vez más, la giro y el odio esta vez está reflejado en sus expresión
— no se saldrá… con la suya — murmura entrecortadamente y rio
— Ya lo hice — me pongo en pie y disparo en su frente, su cuerpo cae en el suelo sin vida, la giro con el pie y la coloco boca abajo.
Suspiro antes de girarme y empezar a silbar, el tono de la canción de Kill Bill comienza a llenar el ambiente mientras me adentro por el pasillo hasta la primera puerta que consigo, pego mi oído a la puerta pero no se escucha mucho, guardo el arma en mi espalda y saco mi cuchillo. Pongo la mano en el pomo de la puerta y abro con cuidado.
Es una habitación amplia, con paredes en tono gris claro y poster en las paredes de bandas de rock, esta debe ser la habitación de uno de los gemelos, doy un paso dentro en busca del otro integrante de los Valentine, pero está vacío, mi ceño se frunce sin comprender se supone que todos estaban aquí.
En ese instante la puerta del costado izquierdo, frente a la cama se abre y un chico lleno de tatuajes sale por ella secándose el cabello, sus ojos se fijan en mí, la sorpresa en su rostro al verme es genial, pero de la sorpresa pasa a otra expresión que no sé muy bien cómo interpretar.
— Tu — su voz suena baja pero llena de reconocimiento y rio al saber que posiblemente el bastardo de Ratko le mostro alguna foto mía.
— Hola cuñado — digo en tono divertido, él se lanza hacia el frente hacia la cama, me muevo rápido y caigo sobre él, sostengo su mano que intenta tomar con desesperación su teléfono, pero soy más rápido que él.
Deslizo el cuchillo en su costado y un quejido escapa de sus labios, rio suavemente sobre su oído.
— Lo siento pero no arruinaras el regalo de bodas — susurro en su oído.
Me pongo en pie y tiro de él, para ponerlo en pie, lo tomo del cuello y me coloco detrás de su espalda y murmuro en voz baja.
— saluda a tu madre de mi parte en el cielo — y deslizo el cuchillo por su cuello en seguida un chorro de sangre sale disparado de este salpicando todo alrededor.
Los ruidos de la sangre salpicando y la desesperación del chico por intentar no ahogarse con su sangre son música para mis oídos. Espero a que caiga en el suelo a mis pies justo donde debe estar. Sus ojos van perdiendo el brillo conforme la vida abandona su cuerpo y en un instante el silencio vuelve hacerse dueño del lugar.
— Uno menos, falta uno — murmuro girando sobre mí mismo en busca del Sr. Valentine.
La siguiente puerta al abrirla es un shock para mis sentidos, su aroma, su perfume, su esencia flota en el aire, es su habitación, sin dudarlo ingreso en ella, su cama está hecha a la perfección, camino hasta ella y tomo una almohada la pego a mi nariz e inhalo su aroma.
— Pronto te tendré una vez más entre mis brazos hermosa — murmuro antes de dejar la almohada en su lugar.
Recorro la habitación en busca de un premio que me recuerde su cuerpo, camino hasta una de las puertas y en cuanto las abro su armario me da la bienvenida, reviso los cajones en busca de su ropa interior, una sencilla pero sexy tanga negra llama mi atención, la tomo y la guardo en mi bolsillo, antes de seguir revisando.
En otro cajón consigo una caja negra, la tomo por curiosear su interior y la abro, lo que veo en su interior me llena de ira, de una furia incontrolable que deseo desatar sobre todos los malditos bastardos que residen en esa puta mansión de mierda.
Fotografías de Nisha con Claus, Max y Ratko llenan el espacio de la caja, en todas ellas Nisha sonríe con felicidad una felicidad que solo debe pertenecerme a mí, la expresión tranquila y triunfante en el rostro del bastardo de Dark es inigualable.
— Maldito hijo de puta — murmuro tomando la caja entre mis manos y estrellándola contra el fondo de la pared donde esta golpea y riega todas las fotos en el suelo.
La tranquilidad que sentía hasta hace unos instantes se esfumo, lo único que llena mi ser es un odio y una furia que ciega mis sentidos, me giro sobre mis talones en busca del ultimo Valentine para hacerlo pagar por el jodido atrevimiento de su hija.
Abro las puertas restantes del pasillo sin cuidado, con una ganas locas de despedazar cualquier cosa que encuentre en mi camino, la última puerta de la derecha me muestra una habitación cálida, un hombre de compleción grande está sentado en un sillón frente a un televisor encendido, camino hacia el como un toro embravecido y sin aviso sin decir nada clavo el cuchillo en su pecho, sus ojos se abren de golpe y me ve con expresión aterrada, saco el cuchillo y vuelvo a enterrarlo en su cuerpo, una y otra, y otra, y otra vez, hasta que mi cuerpo no puede del cansancio, me pongo en pie y observo mis manos cubiertas de sangre, mi respiración es un puto desastre pero no me importa, me giro y comienzo a buscar donde dejar una maldita nota a la traidora de Nisha.
En cuanto doy con un jodido plumón y una libreta con mano temblorosa escribo.
“Espero hayas disfrutado de tus vacaciones con Dark, sabía que seguías con vida amor, te hice una promesa preciosa, ¿recuerdas? Cada vez que cerraras esos preciosos y encantadores ojos que tienes el único rostro que verías seria el mío, ahora le sumamos el de tu patética familia, espero hayas disfrutado del recibimiento a casa.
Con amor Griffin”
Arranco la hoja y me giro buscando un lugar donde dejarla, que pueda leerla a penas entre, sonrió de lado al ver el cadáver cubierto de sangre de su padre y me acerco a él, tomo el cuchillo del suelo y con un rápido y mordaz movimiento entierro el cuchillo y la nota en uno de sus ojos.
Sonrió ampliamente y suspiro recobrando el control de mi cuerpo, me inclino sobre el cuerpo y murmuro una amable y dulce despedida.
— saludos a la familia suegrito — vuelvo a mi posición y salgo de la habitación dando pasos tranquilos, reinicio el silbido del tema que tanto ha estado rondando mi cabeza estos últimos días y mientras alcanzo la sala, tomo la máscara la coloco sobre mi cabeza y la acomodo.
Doy un par de pasos pero recuerdo la fotografía, sonrió de lado una vez más y regreso sobre mis pasos hasta el mueble, tomo el marco y lo estrello contra el suelo, este se hace añicos y tomo la fotografía, la doblo y la meto en mi bolsillo, camino hasta la puerta y salgo del departamento dejando un claro mensaje, no solo a Nisha, sino también a los bastardos de Darkness en especial a Ratko, esto es una maldita declaración de guerra y no descansare hasta tener su cabeza y el hermoso cuerpo de Nisha donde pertenece, a mi lado.