***
Karina.
Estaba en la cocina, concentrada en finalizar el desayuno, cuando unos fuertes brazos me rodearon por detrás, y un rostro se hundió suavemente en mi cuello. Giré entre sus brazos para verlo, tan atractivo como siempre.
—¿Qué estás haciendo? —envuelvo mis brazos alrededor de él —Estoy ocupada ahora.
—Necesito un...