Al día siguiente me desperté por los gritos de mi amiga Lucy.
—Stacy ven a desayunar.
Sin ánimos de levantarme, hago todo el esfuerzo posible por hacerlo antes de que irrumpa en mi habitación. Respiro hondo y seguidamente respondo a sus gritos.
—En un momento voy.
Me pongo de pie y camino directo...