Isabela, lidiando con la agitación de sus gemelos, se esforzaba por calmar a Alexeik mientras Andrei permanecía más sosegado en sus brazos.
A pesar del deseo de Mijaíl de llevar a su familia a Rusia para protegerlos, su esposa se oponía firmemente.
Patricia, a su lado, observaba feliz la faceta...