— ¡Papá! ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes papá? Respóndeme por favor.
Mi padre cayó desplomado al piso, yo no encontraba qué hacer. Solo miré a Nelson y llena de coraje y de miedo, le dije entre sollozos:
— ¡Es tu culpa! Eres el culpable de que mi padre se encuentre...