No me sorprendió encontrarme con Suna después.
Vicente estaba convencido de que yo había sido la responsable de su despido, así que era natural que Suna pensara lo mismo.
Llevaba una bata blanca y las manos en los bolsillos. La miré con cautela.
—¡Todo es culpa tuya! Me hiciste perder mi trabajo. ¡Eres...