A la mañana siguiente, Vicente ya me estaba esperando abajo.Subí al coche en silencio y nos dirigimos juntos al cementerio.Vicente colocó flores para mi papá y, con seriedad, le dijo:—Profesor, antes cometí muchos errores, pero de ahora en adelante cuidaré bien de Lici. Puede estar tranquilo.
—Yo puedo cuidarme sola—, le...