—Eso era lo que quería escuchar —dijo ella, con expresión impúdica.
Hestia extendió sus brazos para quitarle el bóxer, y lo arrojó fuera de la tina. Luego, le rodeó el cuello y se puso encima de él con sensualidad. Aplastó sus grandes pechos empapados de espuma en el esbelto cuerpo del...