Seth
Traté de quitarme de la cabeza ese maldito efecto secundario.
—¿No ibas a relajarte, gruñón? —preguntó Karly, tomándome del brazo con su mirada suspicaz.
La aparté.
—No.
—Es un efecto secundario, no te preocupes. Si nos divertimos esta noche, nadie lo sabrá nunca. Será justificado. —guiñó un ojo, acomodándose a mi lado.
—No....