—Lysa… —empezó a decir él, mientras me recostaba en mi cama.
Habíamos hecho algo increíble, tenía un talento descomunal para hacerme sentir placer. El era el hombre más atractivo y fuerte que hubiera visto en mi vida. El fundirnos el uno con el otro fue el acto más emocionante. Perdí mi...