Yo tenía razón. Lo supe definitivamente cuando la bruja trató de escapar. La sujeté con más fuerza para que no se moviera ni un centímetro.
Luego de tratar de apartarse, comenzó a jadear.
—Déjame… No es que pueda alcanzar. No… —murmuró, frases inconexas porque el aire no entraba a su cuerpo debido...