AZUL
Salgo de la cabaña de David con las piernas y el corazón temblando. Aún no puedo creer lo que hicimos; eso fue jodidamente delicioso. El fantasma de sus manos hormiguea por mi cuerpo adolorido, pero es un tipo de dolor placentero que me ayuda a revivir todo lo que pasó.
Fui...