El sol me dio de lleno en el rostro cuando me desperté. Estaba abrazada a Rámses, apoyada en su pecho y con nuestras piernas entrelazadas. Me acurruqué más cerca de él porque nunca era suficiente para mí.
—Bonjour Bombón— susurró contra mi cabello y sonreí dándole un beso en su pecho...